martes, 2 de septiembre de 2008

El largo y cálido verano


Vuelvo de mis hollidays y ¿qué me encuentro? ¡Que no me entra la faja! ¡Que estoy gorda como Bono el de U2! Que Dios me coja confesada y con la tabla calórica del biomanán aprendidita de memoria porque, como nos haga un invierno de jersecito gordo y cazadora de borreguito, voy a parecer un dirigible… Ay nenas, está visto que me veo abocada a la gasa floreada y a la braga de goma extra elástica, como Saritah Ferguson en su visita a Sotogrande, rollo leoparda camuflada pero con jamoncitos de York, nunca mejor dicho… Pero es que a ver, ella, con las niñas, demasiado bien que está. Entre el curso de ofimática y el de mecanografía, no le da tiempo a ir a su acqua gym y, en vez de hacer figuritas de miga de pan, se la come acompañadita de Nocilla. Al menos, no le da por escribir marranadas. Con esa edad, que debiera estar haciendo tapetes para el ajuar de Lourdes Mary… Pues no, ojo qué vicio, Madonna, tía… Resulta que hasta hace dos días, la cantante se hacía llamar Azotitos. “Spanky” ponía ella, que queda más moñas todavía… Un cachete bien dado, hombre ya… Así era como firmaba sus cartas a un tal James Albright, que no sabemos quién es pero como tuviera el mismo careto de Madelaine, desde aquí Madonna, te digo “Reina, eres una cochina” porque, una cosa es una cosa, y otra, que te dejes poner el culo como un tomate por un señor como un corcho. Pero está visto que es lo que mola. Kate Moss se trajina a un conejo de peluche en el videoclip de los We are not sex people, algo así como un Mimosín pero en vez de ñoño, más parecido al Alessandro Lecquio de la Era Moldes. Y, en vez de meterla dentro de una probeta con una base y un ácido a ver qué pasa, la convierten en una escultura de oro macizo para exponer en el British, junto con Amenophis IV y Ramsés II en plan mojama. Fíjate, en cambio, qué diferencia con lo que le ha ocurrido a Gwyneth Paltrow. Que como siempre ha ido de buenecita y tal, le han echado un cubito de estiercol en todos los morros por protagonizar un spot de Tods con una piel. Le ha sentado fatal, a ver… Para un día que saca el pie del tiesto… Ay, Gwyneth, mira que te dije que te apuntaras a la asociación Viva el Oso de Carla Bruni, que tiene a toda la población ovejuna en contra, pero ella pasa porque es más de algodón egipcio y seda italiana… Y mientras, Harry Potter enseñando el higo en medio de la peli porque es súpernecesario para la trama y, por ende, superconstructivo para dar alas a la fantasía de los pequeños infantes. Me imagino que será como Afrodita pechos fuera, la de Mazinger Z, pero en plan hechizo de sapos y culebras y con capita. Más mono, sí. Y mágico. Como los gemelos de Ricky Martin. Sin comerlo, ni beberlo y vamos a dejarlo aquí, se ha convertido en padre gracias a una madre de alquiler… Y no, caris, pese a mi perímetro, no he sido yo la contratada y me habría venido de perlas, porque estoy más pelada que Michael Jackson y más necesitada de subsidios que Brangelina y su familia multiétnica y multicapilar. Sólo les queda que adopten a George Clooney, que como Chanel, nunca pasa de moda y que ha estado todo el verano como la farsa’ monea’, que de mano en mano va y ninguno se la quea’, en plan convivencias salesianas… George, cari, ¿estás solito, rey? ¿Quieres que me convierta en tu nueva cerdita camboyana?

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