lunes, 6 de abril de 2009

De Mangos y otras frutas

“¿Quién es ese muchacho que da el coñazo a Mó mientras Mó permanece hierática como una Vestal de cabellos hiperespesos, piernas de alabastro y carita de ‘ay qué ajco me da to’...’ porque su expresión oral es inexistente?”. Toda la noche con la misma cantinela. Venía a amiga. “Uy, pero si está Mó ligando” y acto seguido, lo que te he dicho. Venía otra. “Anda, pero si está Mó en la barra con su cabecita convertida en un canto a la extensión”. E, ipso facto, la pregunta de rigor. O sea, cúal era la gracia del muchacho. ¿Tú te crees? Cómo si servidora fuera la tercera hermana Cruz y mi padre llevara levitas blancas, con zapato blanco y camisa con cuellos de pico... Pero, como si me importara algo, conseguí enterarme del bautismo. “Jonathan. Se llama Jonathan, que es un nombre muy común en Leganés Centro y en dos días, pasará a la historia como Miguel Ángel Muñoz e, incluso, como la madre del interfecto con su cabello oxigenado y sus robos de colonias de Hotel o el novio de Leticia Sabater, desaparecido”. Y gracias a ese golpe de mano rollo ‘Soy el novio de Belén Esteban y abandono el hogar porque no te aguanto’, pude disfrutar de la fiesta de la semana: Mango. Y ahí la que preguntó fui yo. “¿Un Armani lo de Naty, no?” Hija, parecía indudable. Negro, líneas masculinas, elegancia a la italiana, con ese toque funcional sin menoscabo de la femineidad. Ah, y por supuesto, un joyón excesivo. Y no. Mango. Una maxiprenda en concepto que no en tamaño, porque la legendaria maniquí que no habla, si no que burbujea, mantiene intacto el talle, que englobaba chaqueta, camiseta y gargantilla todo en uno. Porque Mango innnova, tanto, que ahora confecciona para hombre. Y qué hombres... Que niños los de Natividad, qué mentoncito esculpido con escuadra, cartabón y cincel. Ay. Y qué cejas las de Fonsi, como una alfombrita de crevillente, por las que ahora pasa la aspiradora, por cierto, Carmen Jordá, pilota profesional que me mola el concepto “pilota”. Y qué golpes de secador los de Fernando Tejero que, si se ahuecara los abuelos, sería como el Puma pero con carita de comadreja. Venía el chiquillo de la puesta de largo del Festival de Málaga y, el pobre, ya se puede poner un traje azul petróleo ideal que a mí siempre me parece que va a sacarse un manojo de llaves en cadena del bolsillo. Pero estaba mono para celebrar el cine español... Yo, bastante tengo con celebrar que Soraya y su cuello tieso como un ajo, pero un ajo tiesísimo y de Pedroñeras ganen Eurovisión. Midió sus fuerzas con la representante turca en la Boite y, pa’mi, que ganó el lance. La otra llevaba una cola de caballo infecta y de tres pelos y no la ví segura de sí misma. O eso o que Massiel, la maestra de ceremonias, le echó el aliento y quedó nockeada. El caso es que cantó fatal. Y Betty Misiego, a la que tenían encerrada en un corralito por vip y por precaución no fuera que su moño perdiera tensión y muriéramos todas por el disparo de sus cerdas, no movió ni un músculo facial. No lo hace nunca, también es verdad. Así estuvo moi aussi en la inauguración de la tienda de Prada en Serrano y repetí modelo facial con Nicolas Vaudelet mientras se subía en el nuevo idem de Lancia. Inerte ante tanta maravilla hecha bolso y zapato ya sea de Miuccia o de El caballo. Y suma y sigue cuando Carmen Lomana epató con un Prada vintage. Carmen sí que sabe.

lunes, 23 de marzo de 2009

Con el cuerpo hecho...

Amy???!!! Oyes???!! Amy!!! Está privada. No puede ni hablar. Qué fuerte... Está mala de acostarse. Si es que el cuerpo es muy sabio. Toda la vida acostumbrada a ir chupando los tubos de escape de los autobuses biplanta, oliendo pegamento Imedio y alimentándose de quitaesmalte y ahora, su cuerpo, reacciona. Al oxígeno. Se ha mudado a una casita en la campiña, en Hertfordshire, que en su casa de Camden creo que tenia unos ruido que pa’ qué y, ahora, en Herforshire, el aire puro la está matando. Eso, y que hasta para comprar los muffins tiene que coger el coche. Es lo que tiene vivir en las afueras... El cuerpo es lo que le des. Por ejemplo, ¿Qué haríamos nosotras si un día Hola! dejara de hacer reportajes en África? Que si Elsa Pataky se corta las puntas y vamos a celebrarlo a Nairobi que ponen un ñame frito que da gloria. Que si Carmen Martínez Bordiú utiliza un nuevo champú para cabello extragraso; vamos a África otra vez, ahora a Zimbawe, que la yuca allí está de vicio... Tol’santo día en África... Pues a mí me daría un dengue por seguir con la metáfora. ¿Por qué? Porque tengo el cuerpo y la mente hechos a estos marcos incomparables. Al color kaki, al colorete color fresquilla y a la botita de exploradora. Vería un Hola! con esa carencia y, de la impresión, hiperventilaría como Madonna cada vez que le ve el bigote, el entrecejo, los colores flúor y las medias de rejilla a Lourdes María. Esa niña nos va a llevar por el camino de la amargura. Ya se lo he dicho yo. “Madonna, reina, cómprale a la niña un botecito de Andina”. Está rebelde la chiquilla. Rebelde. Caprichosa. Y Madonna, con Jesús de la Luz entre las sábanas, debería estar católica, no, lo siguiente. Pues, no se haya. Siempre con la patita en alto, por orden de Marc Jacobs para Vuitton, no le llega la sangre al cerebro. Como a Carmen Martínez Bordiú, volviendo la continente negro, con ojitos de buscar y no encontrar. Mirando a la lontananza absorta, abotargada incluso. Esas miradas me dicen tanto de sus dramas interiores... Tanto... El objetivo de una cámara te puede desnudar el alma... Por ejemplo, la de Jaime de Marichar del bracero de Peter Marino y su leggin metalizado de tiro bajo con cremallera oculta nos revela cosas insondables sobre la complejidad del ser humano. Somos un poquito de aquí, de allá, de acullá, como una salsa exótica. Riquísimas por cierto las que Santiago Segura ha creado para su restaurante. Serranito y 69 para Minabo. Todo muy expresivo. Y hablando de expresividad: 1) Total y flipante el concierto de La Tempestad con cantatas de Bach. 2) Podría aprovechar para hacer una perdida a Mónica Naranjo que tiene DVD y estará emocionadísima pero, es que es tan intensa, tan expresiva... Buena chica, la que más, y con tipazo envuelto en látex, pero ojo y oreja lo que se expresa... Nada que ver con Mó Cruz en el estreno de Los Abrazos Rotos y, lo cierto es que no sé de qué nos sorprendemos porque su verdad es esa: no tiene nada qué contar. Amaya Salamanca sí. El por qué de esa pinta. De esa pinta de traca en el estreno del año. Y de ese pelo. Y de ese bolso. Y de ese botín pocahontas. Se le iría la conciencia de espíritu, como a Ana García Obregón confesando que, con dos filmes más como Bolero, a ella como a Pe le habrían dado un Oscar. Otra que toma litio para los nervios...

Abrazos rotos y a retazos

Sentimientos, referencias, familia, silencio, recuerdos, pasiones...; la tierra abrasada de Lanzarote como símbolo de amores calcinados; la inmensidad del océano Atlántico; el vacío de los abrazos rotos; de los que nunca se dieron y de aquellos que se rechazaron; Penélope, con su melena a lo Sophia y su vestido negro de paillettes a lo Loren (Scott); el dobladillo y el zapato; y la caida en ciernes de esta mujer convertida en Imperio; Pedro y la oscuridad de las gafas ahumadas; el director ciego; la luz del cinematógrafo; referencias, sentimientos, familia, silencio, recuerdos, pasiones...; los rumores de la ruptura de Pe y Ja (vier Bardem); ¿ya no serán como Brangelina?; perlas cultivadas Brangelina Japonicus; Alaska, con anillos de oro; Salamanca (Amaya), con pulseras de H&M; Martirio; “¿Dónde están mis minilips?”; “Ahí los tiene, encima de la encimera, que le van a morder”; Terremoto de Alcorcón, en torbellino de flecos azules pavo talmente Anna Piaggi; Rossy de Palma, en torbellino de azabaches, talmente Jeal Paul Gaultier; Eduardo Cruz, padre de la criatura y del nylon; Mó Cruz, hermana de la criatura y con pelo de nylon; familia, silencio, referencias, sentimientos, recuerdos, pasiones...; Bimba Bosé, de tubo blanco; Blanca Romero, de campana gris; Massiel, de pera, a secas; Y dorada, dorada siempre; “Ni que fuera gitana...”; Los Carmona; Pastora Vega e Imanol; la chupa de cuero de Christina Rosenvinge y el minimal danés; las chorreras de Pilar Bardem y el barroquismo castizo; Elena Benarroch y sus kilos; Darek, sin ellos; El Duque enseñando pecho; Tamar Novas, tapándoselo; Eduardo Casanovas y su abuela, rizados, ambos; Rubén Ochandiano, liso, él; Dior y Chanel estilizando la ya estilizada Eugenia Silva cual insecto palo; Elena Furiase, metiendo tripa y delicia de un insecto palo; Mó Qué Cruz, again; Muda; silencio, familia, referencias, sentimientos, recuerdos, pasiones...; Mariola Fuentes, enseñando el culo tras su chaqué invertido de David Delfín; Kira Miró, aprentándoselo tras un godet rojo de Cavalli; Eduardo Noriega, negro y blanco; Fele Martínez, verde y fúcsia; Ángela Molina, rompe y rasga y sin nutritiva; María Valverde, nutrida; Eloy Azorín, con ojitos de buscar y no encontrar; perdido, sin rumbo, sin orientación, como vaca sin cencerro; Assier Etxandía, con ojitos de rimmel; como un cencerro; Bebe, recién levantada; Ángeles González Sinde, somnolienta; Bibiana Fernández “con un corazón más grande que las tetas” y Absdrúbal, con más jeta que cabeza; mentiras, recuerdos, pasiones, silencio, familia, referencias, sentimientos...; Manuela Velasco ne me quitte pas; Kiti Mánver, flamenca pop; José Luis Gómez, Pascual y Duarte; Chus Lampreave, testiga de Jehová; Cine Proyecciones; Lola Dueñas; Blanca Portillo; Carmen Machi; Lluis Homar...; pasiones, mentiras, recuerdos, silencio, familia, referencias, sentimientos...; “Te idolatro, pues claro que te idolatro”; “¿Hay alguna posiblidad por pequeña que sea de salvar lo nuestro?”. Esta crónica no tiene salvación. Se ofrece como un cajón repleto de fotografías rotas, las de dos horas de estreno y las de toda una vida adorando a Almodóvar. “Firmado: Una baronesa”.

jueves, 12 de marzo de 2009

Treinta años saliendo El Sol

Perdida, desvalida, inane... Si es que a mí, me sacas de una recepción en el Ritz o en la Embajada de Italia o Francia, de mi Moet Chandon, de mi Ruinart y de mi beluguita en blinis y nata agria y no soy nada... No lo soy. Tengo que desengañarme. Soy hija del baile de salón, no del rock y eso, a la larga, se nota. Se me nota. Mi lenguaje no verbal y mi expresión corporal me delatan. Como ajena, como foránea, como traslocada... Menos mal que siempre he sido muy arribista y manejo las relaciones sociales que se caga la perra, así que me cogí del bracero de mi íntima Silvie Grijalba y me abrió puertas, conocimientos y universos... Porque Silvie, es mucha Silvie. Lo más. Es que resulta que anoche la Sala El Sol celebraba su treinta cumpleaños. Sí. Yo. En la Sala el Sol, de amarillo canario y sin una chupa de cuero. ¿Qué pasa? ¿A que os meto a alguna, con la mano vuelta? Y Juan Perro, véase Santiago Auserón, daba un concierto con sus últimos temas a sus amigos. Yo, amiga de Juan Perro. ¡Hala! quedaros muertas porque, ojo lo mono que es Santiago... Ya puede ser como Luke Perry en Sensación de Vivir 90210, o sea, maduro para su papel que, con esa carita de teenager y esa gorrita gris pizarra, te suscita un instinto maternal que te pone el pecho firme. ¿Las canciones? Pues darlings, no sé, no soy crítica musical. Para eso estaba Jesús Ordovás. Preguntádle a él. Yo estuve con mi Silvie y mi Javier Colis, su chico, ya sabéis, que acaba de sacar un disco fabuloso titulado “Otra nube”. En él, hace una versión de un tema de Leonard Cohen porque precisamente, gracias a Leonard, Santiago y él se conocieron Perla Batalla mediante, a sazón, corista del canadidense, y con la que ahora Colis ha grabado la susodicha canción. Si te digo yo que, al final, tengo capacidad de adaptación... Pero, en éstas que la Grijalba me comenta, ante una fresa con caramelo, que es alérgica al ácido de las frutas y volvimos a nosotras. Siempre a nosotras. Que comía polos de limón y se ponía malísima ante su ignorancia alérgica. Que ya podría haber sido alérgica a los gatos que, como no entran en nuestra dieta, habríamos estados en albis all the time pero, no. A la fresa, al limón y la naranja. Un horror para su mundo vitamínico... Y hablando de vitaminas, que no hay forma de nutrirse el cabello con la crisis acechándonos. Que si Lorena Morlote ya solo nos corta el flequillo una vez cada dos meses porque el tinte ya nos lo damos en casa; que si las planchas no están dejando calvas como Kojack; que si somos unas journal working girls con mucho mundo exterior e interior y por eso somos unas incomprendidas; que si hoy ceno con Carmen Lomana, diosa entre las diosas, de la que ella también es devota.. O sea, nuestras cosas que, a lo mejor, no os interesan, claro. Lástima que se me olvidara contarle y ahora aprovecho para relataros: ni se os ocurra hacer un calling a Luis Medina. Ha perdido sus dos móviles, uno en Gabbana y otro, en un coche con unas amigas porque se habia tomado unos chatos de vino y tenía la cabeza en otra cosa. Me encanta. Es Natividad total... ¿Oyes? Pues va a resultar que los conciertos pop-rocks van a ser un foco de información de primer orden además de una juerga...

Deconstructing Ana Conda

Cari, me he facebookeado. Sí. Mi famosa frase “Me exfolio, luego existo” ha sufrido la traslocación propia de los nuevos avatares tecnológicos. Como el “me afeito, luego existo” de Isabel Pantoja que ahora es “me microgolpeo con láser el bulbo piloso y me gasto una pasta sin dar cuenta a la Fiscalía Anticorrupción, luego Julián Muñoz tampoco existe”. Ay, lo que me gusta a mí el voyeurismo... Por si no tuviera yo ya poco con las fotos robadas (ejem) a Cayetano y a Eva González, venga a magrearse en los muros del Vaticano, ahora, voy y descubro este nuevo universo cibernauta. Y debo hacerte un inciso con respecto a las instantáneas de grano inexistente: ¡pero qué poco respeto tanto magreo en los muros del Vaticano! Hombre, por Dios, eso no se hace a las puertas de Misa. Como diría Carmina Ordóñez, que en paz descanse, “son unos desahogaos’”. Y, encima, con Eva González costipada. Sí, costipada, porque esta muchacha siempre tiene la nariz como con congestión... O sea, que resumiendo, que la pareja fue pillada (ejem) no sólo rompiendo todos los preceptos religiosos referentes a la pureza de nuestros cuerpos como templos de nuestras almas si no también todos los relativos a la OMS y la propación de plagas víricas. Fuerte... Para que luego me vengan a mí y me digan que lo de la poitrine abundante y precipitada de Don Jaime Marichalar, o sea, la tetilla gorda y caida bajo un polo rosa de microfibra y elastán talla Extra Slim que esconde el Duque de Lugo, responde a un lapsus style y no a un proceso de gripal. Vamos por Dios, que estoy calva de saber que es la miss la que está propagando allende los mares estos virus con esa nariz rollo reno Rudolf y provacando estos dislates... Hablando de calvos y de Duques, cómo es de estupendo Miguel Ángel Silvestre, ex miss Alicante y nuevo Actor Studio pupil, azafrán porque el azafrán no sólo da buen color a la paella si no que también matiza el rostro, y qué pelito tan raidito y oscurecido sin multifacetas el de Pilar López de Ayala en los Fotogramas. Al menos, también es verdad, lo llevaba saneado porque lo que es Ana de Armas, no se ha cortado las puntas desde que nació. Como Andrés Saramago, el hombre, mucho Nóbel pa’rriba y mucho Nóbel pa’bajo pero, no me digas tú a mí que alguien, incluso Gael que tiene carita de ser un santo varón con esa sonrisa tan perfecta, no le podría decir que la gafa ahumada no es para la noche o que la melenita redonda a esa edad no es la más favorecedora para un señor con el cabello fosco... Pero no, el señor de las letras portuguesas va a estreno de “A ciegas” y espera que nosotras vayamos de idem a la soireé. Y una cosa es que no todo el mundo pueda ser Jon Kortajarena con ese flequillazo con el que arroparía mis noches y que en los Premios Miradas 2 constaté que ya alcanza el medio metro, y otra muy distinta es que se nos exija silencio ante una evidencia de tan cruda, tan real y casi tan evidente como que Amaral debe dejar las planchas de una vez y la henna y ponerse pómulo. Si es que, cuando me salen las verdades, soy tan constructiva...

miércoles, 4 de marzo de 2009

Esperando a Godot. Perdón, a Pe.

Una fiesta sin Pe, no es una fiesta. Mira que me gustaría ser más condescendiente pero, nenas, no puedo. Soy kantiana, de cuerpo y de mente. O lo que es lo mismo: que en una mano llevo la verdad y en la otra, la Virgen del Rocío. Ésta en mi máxima actual: “después de Pe no hay nada”. Y no hay quien me apeé de burro. A veces, fíjate lo que te digo que me doy miedo cuando llego a estos axiomas. Porque, no sé si os habéis dado cuenta dado que sois profanas en esto de la filosofía y del concepto pero, os estoy esbonzando la Ley del agujero negro de Pe y me asusto porque me veo cual Stephen Hopkins, con el pelo graso. La historia es que tal que así: “Pe todo lo absorve y todo lo devora porque Pe es lo más en el universo”. Anoche, por ejemplo, no estuvo en los Fotogramas. Pero dio igual. Físicamente, no estaría pero, espiritualmente, ni el rimmel de Hugo Silva estaba más presente y eso fue presencia y persistencia. ¿Le saldrá con un simple tónico desmaquillante? Qué profundidad de ojo y de mirada... Qué buena calidad de eye liner... Me gustó porque el muchacho lucha contra la crisis con carboncillos Staedler. Y es que, pese a la Ausencia, así, con mayúsculas, no había quien no hablara de Pe. No en vano, su oscar es de todas nosotras y ella demostró con su dedidactoria que es “superbeia” por fuera, gracias a su cabello chocolate y su sombra de ojos caldero, y “superbeia” por dentro. “Bella” no, “beia” que, queda así, como con sílaba arrastrada, como dejado caer, como “beia”, para qué os voy a dar más explicaciones... Y ¿porqué no vino Pe? Porque los Fotogramas este año se han pasado los Goya, los Oscar, los Spirit, los Bafta y hasta al Centro Cultural de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes por el forro del braga tanga. Así. Y debo decir que ¡Viva la independencia! ¡Viva Jaime Rosales! Ya está bien de seguir las tendencias que marcan las Majors ¡Viva el coletero de felpa azul turquesa! Vamos que, “Camino” nunca se debió estrenar y Pe tendría spinning y no podría venir, ponerse una batita y darse un voltio por Joy. Tuvimos que aguantarnos con Ana de Armas que, la muchacha, no debe tener casa y no para ni por un centro de acogida. ¿Cuántas salidas hará la chiquilla a la semana? Y con Belén Esteban. Perdón, Rueda. Es que va tan rubia y con cada filamento, que no cabello, teñido de una gama de dorados tan dispares, que las confundo. Ella, Rueda, es guapa y delgada y lleva Carolinas Herrera como la que lleva un kleenex pero, qué pesada es... Pasé de ella, ni la esperé. ¿Pa’ qué, si siempre es igual? Además, ya tenía a Maribel Verdú, la mejor actriz según la revista, vestida en hueso y espejos por Alberta Ferretti y a Carmen Elías, de seda oliva de Cortana, quitando el hipo porque ella, ya se había quitado el suje, ambas, en mi retinta y/o subconsciente. Subconsciente al que agredo también, la verdad. ¿O es que deleitarse con el tacón cubano de Paco León no es para tener pesadillas? ¿Y el caoba de Juan Diego? ¿Y la henna de Pilar López de Ayala a juego con su Versace azabache? Lo es, claramente. Menos mal que una ya tiene el ego y el superego dominadísimos y es capaz de mantener sin pestañear la mirada con El Duque, o sea, con Miguel Ángel Silvestre, aunque él la tenga confusa. Y la piel, azafrán. Cómo será que ese color naranjoso me tiene loca y muero por comerme una paella y chuparle los dedos...

I grew up in a place called Almendra Central

Allo?! ¡¿Pe?! Oyes, ¿¡me pones con Pe?! Es Mó, hija, que con las extensiones, no se me entera. Es que le dan reverberación. Sí. Es que son de fibra ¡Pe! Cari, felicidades. Ay, qué ilusión. Cómo has estado, cómo has estado, cómo has estado. Los pelos como escarpias me los has puesto. Ojo, qué bonito lo de “I grew up in a place called Alcobendas”. Parecías talmente la Streep con aquello de “I had a farm in Africa”. Una frase para la posteridad. Por cierto, ¿qué tal Meryl? ¿Mejorcilla? Anda, hija, cómo me alegro. Es que me dijo que le había salido un herpes. Sí. Un herpes. Pues mira, que es que no te he podido llamar antes. Cibeles, que me ha tenido subyugada. Sub-yu-ga-da. De sub y de yugo. Muertita estoy. No, si ya sé. Si tú has tenido lo tuyo. Y lo de tu hermana. La Coixet, que te pisa el vestido y te deja el can-can hecho una braga. Cuidao’ un Balmain de 60 años, limpio como una patena durante 60 años, que ya es, y que, al final, venga la Coixet con sus gafas de pasta y su traje de dependienta de Zara y su zapato de punta redonda y su tacón cuadrado y se lo cargue. Ya. Ya sé que tiene mucha gracia la muchacha, pero no sé cómo tu madre no le dio una colleja con un espetec. Dearest, escúchame un poquito. Escucha. ¿¡Niña?! No hagas caso de las que te digan que tu traje era como un merengue rollo atrezzo de “La bella y la bestia”. Ni de las que te digan que te hacía doble teta y el brazo gordo. Tú, nena, te puedes poner lo que te salga del postizo color chocolate. Eres lo más. ¿Me has oido, reina? Tu hermana es otro cantar, con esa cabeza, pero tú, tú como si te operas como Madonna y, de repente, pareces la prima, la de Pinto, de Joan Collins. ¿Que la viste en la fiesta de Moët? Mira, mira, mira. No me hables de fiestas, que llevo borracha desde el viernes. Como Sue Ellen. A veces pienso que como me caiga una cerilla en el canesú, me flambeo por ósmosis. El kissing room de Grey Goose tiene la culpa. Sí. Pero, ¿cómo me lo iba a perder yo si por sus espejos pasó medio Madrid? Porque el otro medio está subido a los andamios. Gente obrera, a ver. La crisis. ¿La pasarela? Una locura. En el front row de Hanibal Laguna sólo faltaba Nana Mouskouri para que aquello no fuera el acabose. Y, por si fuera poco, vino David Delfin con su fiestorro por su éxito neoyorkino. Cómo será la cosa del high level que a Bimba se le han puesto las cejas albinas. De la impresión. No, lo de Pepón es su peso de siempre... Y, después, el calendario Larios. ¿Quién estuvo? Esther Cañadas, hippy y enajenada, Bebe que aún sigue viva y con una pinza de plástica, Jaime Cantizano de color azafrán... Cari, ¿a qué venía el tono mostaza de tus párpados? Ah, que era tu nexo con la tierra a través de los tonos terrosos, como eres divina… Pues maneja ese misticismo tonto, a ver si te va a salir un amiguita de Alcobendas como las de Ingrid Betancourt en su cautiverio que salga por ahí y diga que, pese a su carita de chupar limones, escondía tras la trenza una metralleta y varias granadas de mano. Por cierto, la bomba el desfile de Ion Fiz. Y su fiesta en el Matadero. Es que el mundo vasco está a la última. Creo que han puesto un Aquarium bonito, bonito, bonito en Sanse. El de Euskadi, no el de Los Reyes. Yo no lo he visto, como no salgo de la almendra central pero... ¿Oye? Ahora que caigo. ¿Qué coño hacía Yvonne Reyes en Los Oscar? Ah, sirviendo canapés. Me lo estaba figurando...

Pili, te veo acrílica

Sólo en Cibeles se pueden escuchar frases como ésta. ¿Por qué? Porque el mundo del textil es así, de mezcla, de fusión, de tecnológico, de innovador, de acrílico y de expeditivo. A mí, en un poner, me enloquece el poliespán. Vale que siempre hay alguna, de estas de zapato plano y abrigo de fieltro granate con bespuntes en pistacho, que te dice,“hija, es que yo soy súpernatural y me flipa la palometa con tomate”. Pues mira, nena, te digo: no me interesas nada. Aunque, también voy a ser sincera dado que me estás depilando la ingle con forma de juanola y, ocultartelo, me parece tan absurdo como el tono verde menta: soy súperparadójica. El lino, el algodón, el rami me la chuflan, en cambio, veo una piel y enloquezco. Es que nunca he sido de vegetarianismos. Le lechuga, para los conejos que, por cierto, qué buena calidad de piel y de conejo, claro, la que utilizó Juan Castro para confeccionar su colección. Y yo sufriendo porque, el alas del espectáculo, las modelos iban chorreando pintura roja y servidora, en mi ignorancia, la creía visón rasado en blanco. Le conté mi preocupación a mi Juana Martín, que es divina, y que se quedó muerta cuando, venida arriba, le solicité un cohecho. Sí, un cohecho. Es que, mira, yo ya no estoy para verme los desfiles arrugándome el canesú. No. No estoy para eso. Carmen Lomana sí porque Carmen es una efigie griega que lo mismo lleva joyas de Suárez diseñadas por Delfín que un Courreges sin que se le mueva ni un cabello de su excelsa melena combinando gama de fucsias y malvas al igual que Esperanza Aguirre en sus botines bicolor -monísimos los niños de Emiliano Suárez, by the way-. Ella, Lomana, es divina y nos la descubrió para nuestro rito personal Custodio Pastor, que sea por siempre bendido y alabado. Pero yo... Yo sudo. La multitud y sudo. Gracias a Dios que Andrés Aberasturi jr. y sus vientos de aire fresquísimo en Ego me dan respiros y alegrías pero, aún así, tengo unas glándulas sudoríparas que ni Camacho, el de la Selección, no el de las Bodas. Y mucho más, si me excito sexualmente porque yo soy mucho de excitarme. ¿Cómo no voy a estar como una gata sobre un tejado de zinc recalentado por el sol si Francis Montesinos, grande grandísimo y dedal de oro y platino con diamantes si lo hubiere, me trae, entre plumas y performances de bailarines en color visón, al protagonista de Fiebre de Sábado noche? Saltaría pero lo harìa en brazos de Juan Pablo de Paci, ideal entre lanas en la pasarela y entre lycras en el musical. También estuve en la première. Con Darek y sus jamoncitos y la familia Uribarri y sus papadas. Y Edurne que le encanta echarse años treinta años y kilos de laca encima. Y Jacqueline de la Vega y su nariz ausente... Ay, las ausencias... Yo se las guardo a Chris Evans. Nos conocimos en el estreno de Push y no quiero ser marrana pero habríamos llegado a algo más que a un Push te pillo y aquí te mato si no se hubiera entrometido Dakota Flanning que ha pasado de niña a mujer como Chábeli y está pesadísima. Por cierto, no quiero pecar de idem pero la fiesta de Yo dona, como Charo Izquierdo, i-de-al. Asi, en multisilábico.

lunes, 16 de febrero de 2009

Trenzando palabras de amor


Trenza. Quiero trenza de raíz con pasador. Búscamelo repujado eh?! Necesito el mismo efecto que Hellen of Bourbon. Porque yo, otra cosa no pero personalidad, tampoco. Nena, es que estoy liadísima con mi lectura. “La Infanta Elena, la reina que pudo ser”. No puedo parar de pasar página como Isabel Pantoja. Ella, en el amor y el photoshop, tanto que bizquea cual mona chita -¿ese eye linner antracita no te genera desasosiego?- y servidora, en la literatura. Me tiene el relato subyugada, que viene de yugo y yo siempre he sido mucho de sometimientos. Que, ¿quién es la autora? Carmen Duerto, que es un amor, princesa allá donde vaya y reina de las letras, que me lo regaló por mi cumple antes incluso de que el manuscrito llegara a las estanterías. O sea, el no va plus. Con Carmen Lomana y Los Morancos de testigos. Sí. Ellos pueden atestiguarlo. Son rubios like me y solo dicen la verdad y nada más que la verdad. Es lo que tiene la biondez, que no admite dobleces. Asistieron los tres a mi celebración. Muñoz Escassi se nos coló y me mandó callar. Fortísimo. Me quedé sin palabras porque 1) No tengo edad como Gigliola Cinquetti y 2) celebro onomásticas y soy superfeliz. No permito que una ceja depilada me amedrente. Además, estaba a lo mío, a lo que estaría cualquier mujer materialista y consumista como Dios manda, es decir, a no dejar escapar una ocasión tan prometedora como un cumple como la que no quisiera la cosa cuando, precisamente “la cosa” véase “la crema” “el foulard” o “el bolso” es lo importante. El amor dicen que está en el aire, al alcance de cualquiera y qué decirte, moi exclusivista a tope. Por eso, me paseo por la embajada de Francia del bracero de Jean Renó como la Mari Pepa con Don Hilarión y acudo el fiestorro de Mango y Arco marcando tendencia. Matadero, gin tonics de pétalo de rosa, artistas conceptuales y abstractos con instalaciones audiovisuales… Todo muy yo. Muy no sé… Cómo decirte, muy… total. O sea… súper. Por eso, no me pareció nada extraño que Mó Cruz innovara con la mecha californiana y la extensión compulsiva. Era una creación capilar en donde las proporciones se pierden a favor del espectáculo y el más difícil todavía. Sin extensión sería como Yul Brinner. Con ella es Campanilla folk. Arianne Artiles, apostó por la sobriedad de los ochenta, rollo corista Robert Palmer en lycra negra. Con media color visón. La trasgresión en su caso pasa por el color visón. En otro momento, habría cogido una recortada para acabar con ella rollo Valerie Solanas vs. Andy Warhol pero recordé el brillo de la cabeza pensante de Montesinos en Pronovias y esa luz me llamó por otro camino. Como a San Pablo. Él cayó de un burro, yo de mis stillettos. Y eso que, nada que ver con los de Natalia OT en el estreno de Slumdog Millonaire. La première en Londres fue total. Con Natalia haciendo posturitas aquí en las Españas ya te lo digo todo. Cómo será, que me impresionó María Jurado, su melena desafiante y su nariz extralarge…

lunes, 9 de febrero de 2009

Ya no soy agnóstica, creo en Lomana


Querida, te he sido infiel. No es algo de lo que esté orgullosa pero, siempre he sido débil con las esteticiennes… Sé que no quieres escucharlo, que me castigas con el secador extradry de tu indiferencia, como los niños de Junior al cantante de Anduriña por no utilizar tinte multifacetas, pero es que tengo una excusa, una excusa de fuerza mayor. Carla (Bruni), reina de los franceses, requería de mis cuitas. Ya me lo anunció mi íntima Teresa Zueco que se la encontró en Le Dîner de la Mode contre le Sida en París. “Te va a llamar. Está fatal la pobre. Fatal”, me dijo, aparte de que me puso en alerta de la calvicie y el ostracismo social que está sufriendo Bellucci... Dicho y hecho. A los dos días, Bruni me envió un burofax porque ella es así oficialista, centralista y regia y cari, yo no podía negarme. “Te quiero aquí STOP cojones STOP”. Era una mujer desesperada la que hablaba. Y, nena, no sería yo, mujer de braga y combinación, la que iniciara una nueva revolución como una desarrapada sans culotte. Total que, quedamos en Alexandre Coiffeur, en la rue Matignon. Ésa es mi culpa. Fustígame si quieres, pero debía estar con ella, es mi amiga y necesitaba que le cogiera la mano. Hay momentos en la vida en que una mujer no puede sola: Debía alisarse el flequillo. Y el labio superior. Pero además, estaba nerviosita perdida. Primero, que está vendiendo su casa en Turín. Yo, que estoy muy en la búsqueda de mis raíces, me puse grave y le dije que eso sí que no. Que no puede dejar atrás su italianidad, que por eso no se halla. Rosita Missoni, que inauguró el otro día una exposición de la Firma en el Istituto di Cultura, está feliz como una perdiz. Es un torbellino de colores como Lola Flores pero en geométrico e irradia satisfacción y eso que, ese pelo blanco a mí, me quitaría la vida. Total, que hay que pensar en lo que trasciende a una, en algo superior. Yo mismamente, no soy agnóstica, creo en Lomana. Lomana, mi Carmen, es mi referencia, mi norte, mi diosa de pómulo altivo. Me ocuparé de que las líneas 51, 1 y 74 de autobuses, los que recorren Serrano Street y Ortega y Gasset Avenue, lo lleven en sus flancos: “No somos agnósticos, creemos en Lomana. Maquíllate”. Nos pusimos de acuerdo Carmen Duerto et moi para que yo hiciera las pesquisas con Alberto (Ruiz-Gallardón) por lo que hay entre nosotros, ya sabes. Es que la Duerto está liadísima ella con su libro sobre Hellen Of Bourbon, o sea, la Infanta. Me tiene intrigadísima. Le pregunté sobre el capítulo: “Mil y una formas de hacerse una trenza de raíz” y el de “Mi pasador del cabello y yo. Amor repujado” y no hay forma. Que lo lea, dice. No obstante, lo que más turba a mi Bruni es que a Sarko ya no le gustan ni sus spaghetti ni su pesto ni las pizzas que elabora en bailarinas acolchadas de Dior. O sea, que están partiendo peras. Sólo le faltaba que Michelle Obama le hiciera sombra y eso que el mostaza es el nuevo negro... En París no les dan ni un telediario y el pueblo, encima, que siempre es pesadísimo y se echa a la calle por menos de nada porque en sus pisos de 20 metros cuadrados no hay quién pare, se le ha puesto de manillas con Huelgas Generales. Tuve que entretenerla. Le conté lo del estreno de Dieta Mediterránea, con Massiel con unas patorras que eso era digno de verse como un documental de naturalezas extremas. Qué pa-to-rras. Si se llega a poner un tacón cubano como Paco Toledo, te digo yo que la cazan y experimentan. Y luego, lo de la relación tipo montaña rusa de Jon Kortajerena y Esther Cañadas. Él, cual Tom Ford con flequillo, en momentos álgidos, y ella como la Niña del Pompón, con efecto minitrencita, a punto de recorrer las pasarelas del Carrefour. O sea, a la baja. Nos reímos. Tampoco mucho, que se arrugan los belfos.

martes, 3 de febrero de 2009

Penélope bien vale una misa.


Porque es suma sacerdotisa del cine.Del universal, en genérico y del español, en relativo. Y no es que lo diga yo. Es que hasta Benicio del Toro lo proclamaba a los cuatro vientos. «Que ¿qué me parece España? ¡Un fiestón! Pero si tenéis a Penélope». No sé si con esta frase queda claro el concepto suma sacerdotisa, pero yo me entiendo. Además, cuando una estrella de Hollywood, teñida, vale, pero estrella de Hollywood, afirma que lo mejor que hay en este país, más allá de las Cuevas de Altamira, del Escorial, del jamón o de las tortillas de patatas con cebolla, es Pe, va a ser, nenas, que va a tener razón.
Cómo será la cosa que la Cruz ya no opta por lo fácil. Qué va.Qué sencillo habría sido llegar como un pollo en rifa o sea, con un megacancán rosa palo en plumas de tul de Versace o con un palabra de honor de Ralph Lauren en azul eléctrico gritando «Pedrooo» como una enajenada. Ya, no. Ella, ahora, actriz de método, con dos candidaturas al Oscar, prefiere lo sutil: un Chanel de chantilly, sin vuelo, sin empaque, sin cola... Lástima que servidora no entienda de metáforas y lo de leer entre líneas no lo tenga muy trabajado porque, a primera vista, era un visillo...Pero es lo que tiene no entender. Goya Toledo, como es amiga y está también creciendo como artista, utilizó un Dior dorado que, bueno, Dior también tiene sección de oportunidades. Paz Vega, en cambio, que también va alguna vez a Los Angeles a comer Ketucky Fried Chicken y ya se cree que es algo así como la hija de Lee Strasberg, está aún en la fase preoscar, es decir: «Yo la monto parda». Total, que se plantificó un vestido tipo merengue en rosa bebé, con plumas, efecto huevo, pedrería y hasta una pareja de rumanos bailando la balalaica colgando del bracero.
Esto último lo imagino, la verdad, porque la actriz ni se acercó a la prensa. Evidentemente, no tenía nada que contar y si lo tiene es que es superprofundo y yo no estoy para profundidades.Es más, se puso Belén Rueda a echarnos una chapa tremenda sobre lo que significa el cine y la escasa importancia que tienen los premios porque lo importante es el esfuerzo y la constancia y bla bla bla que, hijas, qué sueño que me entró. Con lo mona que iba ella con su Carolina Herrera blanco. Cada vez es más Tippi Hedren. Rubia, gélida y pesadísima. Como Angeles González-Sinde.Cuando la vi, me dije «Ahí va la presidenta del Cine Español».Se quitó el abrigo y mostró su espalda descubierta por Debota & Lomba y dije, «la presidenta ha enloquecido. Viva la presidenta», pero habló y lo de siempre.
Como Mar Saura. Lo de siempre. Con las mismas transparencias mínimas y las mismas turgencias. Qué aburrimiento. Nada que ver con la juerga del traje de picador con el que entró Carmen Machi, firmado por Lorenzo Caprile. Del maquillaje nunca supimos el responsable. Porque hubo enigmas insondables en la alfombra verde como la amistad entre Chesu Puente e Isabel Sartorius, el brussing de Massiel y el vestido de Nerea Camacho. Vaya tela.

Why, Tom, why?


Toda la noche esperándolo. Toda la noche. No hay derecho. ¿Tu te crees? Con la cocina empantanada. Yo, to’l santo día friendo croquetas, que le encantan. De cocido, con su pata de pollo y su hueso de jamón. Y no vino. Ay, qué vergüenza. Ya me lo dijo mum antes de que la mandara al bingo: “¡No te quiere ni un poquito!”. Y no me quiere. No me quiere. Tom. Fíjate lo que me dijo el zalamero: “Ana, tú no te preocupes, hago cuatro moñeces en la plaza de Oriente que, por cierto, está hecha un Cristo, y a las 9 pm –que es muy americano, las cosas como son-, hago como que me tengo que ir a echar unos rezos a la Iglesia de la Cienciología, cambio de sentido, y me tienes en tu lecho manso como un corderillo de Winconsin”. Y yo, que soy una tonta, me lo creí. Una tonta enamorada. Pero, ¡si lo estuve viendo en Madrid Directo y no era capaz de decir ni esta boca es mía a tanto beso, tanto magreo y tanto pellizco como le dieron esa panda de lagartas que se congregó a las puertas del Teatro Real! Ya lo sabía yo. Si es infiel a Katie conmigo ¿cómo no me iba a torear a mí con una de Villaverde y brackets? Normal, en el caso de Katie que se le va el ojo pa’cuenca pero ¿y yo? No aprendo. Si es que no aprendo. Me lo dijo Falete el otro día. “Ana, cuidadito con Tom Cruise que mira cómo estoy yo, comiendo perronillas”. Y sí. Come perronillas, cacahuetes y hasta una batería de cocina y dos cuberterías de 12 comensales si le dejan. No tiene hartura. Lo vi en Fitur. En gama de sedas y terciopelos negros. Comiendo delicias turcas en el stand de Turquía. Algo así como gominolas con azúcar glass, lo mejor para sus nervios, su terciopelo, la cinturilla de la braga y su font du teint azafrán. Pero es que, a ver, lo suyo ha sido mucho. Las cosas como son, Tom Cruise mide 0.90 centímetros pero es un estrella internacional con su tetilla caida, pero estrella internacional, pero Isaac aparte de pesar 100 gramos y autosecuestrarse para recorrerse los bingos de la comarcal Antequera-Mijas, a mí que me digan dónde tenía su gracia... Sí... Falete debía saber dónde la escondía... Qué vida ésta. Unos escondiéndose como ratas engominadas que son y otros enseñando como si nos interesaran algo sus carillas... Lo digo por Bustamante que se convierte en protagonista de un reality show por internet y móvil dónde sale él y nada más que él. Él con su cepillo de rulo gordo peinándose las sienes. Él y su blanqueante dental. Él, engordando... Visto así me parece interesantísimo la verdad. Desde las fotos de Urdaci en la Magazin vestido cual Tintín Queer nada me había llamado más la atención. A Urdaci en Pamplona le habrán dicho de todo: Dónde compra el colorete fresquilla, si usa media o leotardo, si el rubio era natural o mecha sin amoniaco... En Ibiza, en cambio, habría pasado más desapercibido. Casi tanto como Misha Burton que hizo un viaje relámpago a Madrid para promocionar su trenza craneal a lo Irina Timoshenko y no la vio ni perry. Ni Perry, así como te lo digo. Porque se parece a Yola Berrocal con su labio recién puesto y plisado y como le ocurre a la interfecta manchega, todo el mundo pasa de su jepeto. Podría ser menos taxativa pero, pa’ qué si ella encima para dos preguntas que la hacen, se pone a criticar a Paris Hilton. Que si no le gusta que le comparen con ella. Evidentemente, Misha, reina, si eres como un piojo en casa de los Hilton... Es que me pongo histérica... Decía lo de Ibiza, que no se me ha ido la pinza, porque ha cumplido no sé cuántos años de paraíso natural y fíjate si para celebrar tamaña efeméride no podría haberse cortado Arantxa de Benito ese pelo que es un atentado contra los Derechos Humanos y hasta el Icona, mira loque te digo. Pero no, visitó el stand de la isla en Fitur con un look Gucci campiña folk que emularon Elenita Furiase, Priscila de Gustín, que se perdió entre tanto complemento o la niña Aresu que mira qué grande está ya la niña... Ay, visto lo visto, no sé si hubiera sido mejor que urbanizaran el islote...

lunes, 26 de enero de 2009

Calling to Obregon


Ana!!!! Darling, que es que estaba haciéndome las uñas, que tengo la cutícula fatal, peor inclusive que Amy Winehouse royéndose el esmalte ante su inminente divorcio y, en esas, que me he acordado. “Uhhhh, pero que se me ha olvidado telefonear a Ana, Anita, Anuski, por su mononucleosis”, me he dicho. Hija, pues que friego con lejía. Sí. Conejo. Soy como Boy George, otra vez condenado a ejercer de servicios de limpieza. Sí. Que él es más rata que conejo. Ay, nena, qué gracejo tienes aquejada de un virus de transmisión bucal como estás. Si es que no hay nada como ser creativa to’l santo día. Venga crear, venga crear… Una juerga tu vida interior como la exterior de Angelines Deyn siempre con esa carita de tonta en todas sus promociones… Bueno, y ¿qué tal estás, bonita? Pachuchilla. Vaya… ¿Y con esa actividad que Dios te dio no estás más aburrida que una oveja? ¿Algo así como Elizabeth Reyes que, ya puede haber ganado el euromillón, quedarse calva o tener a Fran Rivera bajo sus sábanas que siempre parece que se está durmiendo? Sí. Eso dicen. Hay diferencia de edad entre ellos pero es que Rivera responde perfectamente a aquel refrán de Castilla, que vaca pequeña que siempre parece novilla… ¿Blanca? Sola y con esos apellidos que le pesan más que sus caderas. Que ya es. Pues lo que te decía, que si no te aburres. Ahhhh. Espera que se lo transmito a mi esteticienne que está en un Ay por tu ausencia en Mira quien baila y el tinte de Ortega Cano: Que no se aburre. Que se acuesta. Que se levanta. Que come. Unos gallos. Que echa su partidita-dominó. Y sus sopas de letras. Me parece un día superbienllevado, cari, qué quieres que te diga, mientras no termines como Camila, la niña de Estephanie que está como un morconcillo, me parece ideal. Es que, tanto circo tanto circo, elefantes y focas, y Estephanie se ha vuelto loca con las alimentaciones y con los 80. Sigue fotografiándose igual que cuando visitó a Pedro Ruiz en TVE. Yo, en cambio, no es por darte en los morros, que eso lo haría con Elena Tablada. No te puedes ni imaginar qué jeta física y conceptual. Que si es fina y segura, que si David fue internauta antes que fraile pero que con los hackers no hay quién pare, que su headmaster también utiliza tenacillas para el cabello, y que su gorra de patchwork es para momentos estelares. Lo mío esta semana, te juro, ha sido el teatro. First, Tony Manero, chulazo explosivo y carburante. Potabilísimo, tanto como tu Darek pero, le llega a caer una cerilla sobre tanto poliéster y, explosión al canto, como su Paloma Uribarri con otro whopper. Perdona, cari, no quería recordarte tus dramas. Verás cómo metiéndome con Lara Dibildos y Carla Duval se te pasa la moñez. Me las encontré en el estreno de “Llama un inspector”. Qué pómulos, ni Madonna inyectándose en casa con la pistola de silicona selladora. Lara, se los tuvo que retocar por la lluvia que, en su cabello fue como ácida. Reacción evidente al unir un ácido con una base del tipo H2O2, o sea, agua oxigenada. Pero, lo de Carla resistiría dos monzones, un tifón y hasta una serenata de María Dolores Pradera que, aún sigue con la flor de la canela en danza y le premian con un Grammy Latino por su perseverancia y su pasador con grapa para el pelo. Por favor, que alguien le dé un bote de condimento alimentario ya! Estás conmigo, ¿no? Lo sabía. Otra que se desdice. ¿De verdad Ana que me lo vas a negar? ¿También me negarás entonces que Belén Rueda tenía el cabello pobre cuando era azafata y ahora, que es estrella, parece Tippy Hedren, rubia y con volumen? En la première de Noviembre talmente Clara Bow, muda. Pero con cejas. El que se las ha depilado es Fernando Tejero. Para dar profundidad a la expresión, digo yo, en cambio, él ahora habla. Como la Verbeke al tiempo que pierde cinturilla. Las oscilaciones del éxito que dan verborrea tal y como te la quitan. Qué cosas. Paranormal, que se dice.

miércoles, 21 de enero de 2009

La resurrección de Tony Manero


Ay, cari, podría contarte tantas y tantas cosas, dar rodeos, definirte, explicarte, utilizar hasta 3500 caracteres, porque sí, porque una siempre ha sido de número redondos, pero nena, ¿pa’ qué? ¿Pa’ qué? Con lo fácil que es decírtelo, así, de pronto, a la cara, sin ambajes, ambigüedades o vaguedades. O sea, claramente, porque al pan pan y al vino vino, porque soy llana y sencilla, abierta, de buena pasta pero, de manos frías y corazón caliente y lo mismo me da ocho que ochenta, eso sí, como te pongas chunga, ya puedes ir corriendo por donde no haya cantos. Que lo que te decía, que no estoy para perder el tiempo, que el tiempo es oro y el oro una divinidad. Así que niña, ahí va, que lo estás esperando y yo no soy de hacerme rogar, si bien, sí de las de hacerse de querer porque la fuerza es el cariño y el cariño un signo de amor y el amor todo lo puede, si hasta mueve el mundo, fíjate. Y ya lo decía aquella canción italiana “Gira il mondo gira” y Marisol, que estaba a por uvas, cantaba en cambio que la vida es una tómbola. Tómbola de color, ya ves tú, torbellino de colores la voz de Rocío Jurado, ay la muchacha, que en gloria esté. Por cierto, qué ricos los bollitos Gloria. Aunque, para rico, pero rico-rico Tony Manero, pibón. Pibón de pibe, como dicen en Argentina, que él lo es, moreno de Torres si los hubiera o hubiese y pibón de que está de toma pan y moja, incluso, de toma la bolsa de bimbo y requetemoja. Se llama Juan Pablo De Paci y esa es su verdad. Mi única verdad. Mi paz en la tierra y la guerra en mi cuerpo. ¡Que me tiene loca! Lo conocí anoche cuando vino al mundo. Al mundo del espectáculo español se entiende, que él ya tiene sus muy bien puesta primaveras en un muy buen puesto trasero y en un pomulazo, que ya lo quisiera Bo Derek, Linda Evans o, incluso el marido de ambas, que menuda perra tenía el tío con las caritas angulosas. De Pacis se parece más a aquel John, el Derek, el Joshue de Los Diez Mandamientos que al John, el Travolta del pelo peinado a golpe de secador y cepillo de rulo de entonces o de melena rala de ahora. Viene vía West End londinense y el muchacho canta, baila y se pone laca. Una laca buenísima por cierto. Ni un pelo se le movió mientras nos deleitó con el Night fever de los Bee Gees, mucho más sensual que Barry Gib que era como un corneja con pelos de rata. Y estaba súperelegantoso, que ya es difícil, embutido en su mítico dos piezas blanco y su camisa negra de pinzas, aunque con esos mismos tejidos se cosieran también los legendarios chandales donde entonce sy ahora se enganchaban los padrastros. Aún así, en la pista de Joy Slava lucía regio. Bueno, bueno, bueno. Reviví Aplauso. La juventud baila con Fradejas. Por un momento, creí que iba a salir Silvia Tortosa con su pelo fosco recogido con orquideas, antes de que le diera por alisarse el morro y perder la pinza con un peluche en forma de conejo, muy poco naturalista, además, ¿dónde se ha visto un conejo rosa? Ni Tambor el de Bambi que era de traca... O que iban a dar paso a Iñigo y su bigote plucuamperfecto disponiéndose a doblar cucharillas de café con Uri Geller volviendo a destrozar los ajuares de medio Israel, que de aquellas pajas, estos lodos y ¡viva mi análisis geopolítico! Vamos que fue una fiesta, una orgía de polyester, plataformas y bolas plateadas multifacetas que el próximo día 20 de febrero subirá al escenario del Teatro Coliseum en forma de musical. La lástima es que también presentaron a Stephanie, Stephanie Mangano (Beatriz Ross) por la que Tony deja Brooklyn y se pone a vender pizzas para poder bailar en aquella secuela terrible titulada Staying Alive, de Stallone. Pero eso ya, es otra película. De calentadores.

Tenía una granja en África y un moño peruano


Comunicando. Día y noche, comunicando. Pegadita al móvil que está. Tenía mono. Elsa, que no hay forma de hablar con ella. Que se fue a África a poner una granja como Meryl Streep o algo así y ha terminado mala. De mirar a la lontananza y de comer ñame. Menos mal que había un fotógrafo de Hola! por allí y un Sephora tal y como cruzada la Avenida de los Poblados y pudo comprarse una gama amplísima de maquillaje extraterroso, dorado y fresquilla. El maletín Pupa, me imagino. Y gracias a eso ha sobrevivido. Y ahora, cuenta su experiencia. Durísima. Durísima. Yo extraigo por ejemplo cosas tan heavies como que el color mostaza es el nuevo negro. Entre líneas, claro. Y, de ahí, pa’rriba. O sea, enriquecedor pero doloroso. Ni más ni menos, el taparrabos de ante y la trenza gorda, espesa y lateral, y te hablo en primera persona, me habría vuelto loca. Qué fuerte, tía, es ser actriz e intelectualmente comprometida. Y más, cuando tienes una suegra que es muy de Soho y muy de soja. En todo echa soja. Fotografías de soja, tofu de soja... Todo de soja. Cualquiera, en su piel, muy Bo Derek por cierto, porque Pataky también lleva k y pómulos de silicona, no lo aguanta. Techi, por ejemplo. Ella se caga en la madre que parió a Paquirrín. A sazón, Isabel Pantoja. En sentido figurado y literal incluso porque tiene pinta de tomar mucho Manasul. Resulta que le ha pedido a la muchacha el importe de unos billetes de avión. En bussines. 5000 euros. Que una cosa es que te inviten de vacaciones y otra muy distinta es que te las paguen. Vamos hombre! Están las cosas cómo para regalarlas... En breve, Chabelita va a necesitar una silkepil y el pequeño electrodoméstico, con placas de porcelana, cuesta una pasta. Total, que han partido peras... Y digo yo, en esa casa, con tanto exceso capilar, se podían ganar una buenas perras. Con el entrecejo de Francisco que, dicen, ahora peina Yola Berrocal, cosa que no me creo porque, con ese pecho (ella) y esa tripa (él) la aproximación debe ser complicadísima, Raquel González se podría haber tejido el moño que lució en los Premios Forqué y no que, así, debió dejar calva a media Perú. Como Rociíto años ha. Cuando se lo comenté a la Miss, menuda mirada de hurón que me puso, como Mila Ximénez despellejando a Oti, que menudo cuello caido tiene, y hablando de la caries de Manolo Santana. Un rictus entre ‘con tanto botox, no se me mueve ni el cuajo’ y ‘tengo más mala leche que un tártaro’. ¿O la que puso esa jeta fue Goya Toledo? Es que la pisé. Hija, sí. Nada más llegar. La pisé. Con su Armani cocktail pero con el piecito como una uva. Mira si podría haber agredido a Lola Marceli con su H&M pero, no, me cayó más simpática y mi subconsciente prefirió arrojarme sobre el empeine de Goyita. Ahora que lo pienso, me lo debería agredecer porque su carita parecía talmente sacada de un filme introspectivo de cine español, con conflictos pequeñoburgueses rollo “No siento nada cuando me penetra. Me siento vacía y veo en su mirada insatisfecha cómo muere en silencio nuestra relación. Por cierto, las pechuguitas empanadas se me han quedado secas” cuando el público es más de las declaraciones de Nuria Bermúdez tipo “Me paso yo Turquía, el fútbol y Dani Güiza por el mismísimo ....”. Así de claro te lo digo. Y esa incultura nos afecta a todas. La reinvención del smoking que hizo Carme Chachón en la Pascua Militar es comparable a la de Marlene Dietrich en Morocco. Pues, no se advierte porque no se lee el Yo Dona. Si hasta Doña Letizia trirripite traje. Ay, ay y ay. Qué pereza de discreción. Y de trajes color hueso de línea arquitectónica. No digo que Elena Tablada y su morro como uno más de sus 1458 complmentos sea una opción pero, si cada vez que nos vistiéramos, tomáramos antes una copita de Ron Barceló, todo sería mucho más diver. Yo, Vinilia total.

viernes, 9 de enero de 2009

Carla, moi y nuestros belfos


Querida, te he sido infiel. No es algo de lo que esté orgullosa pero, siempre he sido débil con las esteticiennes… Sé que no quieres escucharlo, que me castigas con el secador extradry de tu indiferencia, como Techi castiga a Paquirrín harta ya de que Yola Berrocal le peinara el entrecejo y éste se resguardara del frío de estos patios a la sombra de semejantes tetas, pero es que tengo una excusa, una excusa de fuerza mayor. Carla (Bruni), reina de los franceses, requería de mis cuitas. Me envió un burofax porque ella es así oficialista, centralista y regia y cari, no podía negarme. “Annetta STOP Ho bisogno di te STOP Te quiero aquí en el Elyseo a la voz de ya STOP Co-jo-nes”. Expeditiva, sí, pero era una mujer desesperada la que hablaba. Y, cari, no sería yo, mujer de braga y combinación, la que iniciara una nueva revolución como una desarrapada sans culotte. Total que, quedamos en Alexandre Coiffeur, en la rue Vivienne. Esa es mi culpa. Fustígame si quieres, pero debía estar con ella, es mi amiga y necesitaba que le cogiera la mano. Hay momentos en la vida en que una mujer no puede sola: Debía alisarse el flequillo. Y el labio superior. Pero además, estaba nerviosita perdida. Con mirada de hurón, como Mila Ximénez despellejando a Oti, que menudo cuello caido tiene, y hablando de la caries de Manolo Santana. Un rictus entre ‘con tanto botox, no se me mueve ni el cuajo’ y ‘tengo más mala leche que un tártaro’. Me lo confesó todo. Sarko le come fatal. Le come fatal. Ya no le gustan ni sus spaghetti ni su pesto ni las pizzas que elabora en bailarinas acolchadas de Dior y se ha ido a comer corderito kosher a Israel. Con patatitas. La verdad es que no me quedé bien con la copla del motivo de su huida. Me puse en off. Me recordaba a una película de esas, de Tavernier o de Renoir, con conflictos pequeñoburgueses rollo “No siento nada cuando me penetra. Me siento vacía y veo en su mirada insatisfecha cómo muere en silencio nuestra relación. Por cierto, las pechuguitas empanadas se me han quedado secas” cuando una es más de las declaraciones de Nuria Bermúdez: “Me cagüen to, en Turquía y en la madre que parió a Dani Güiza”. Además, todos los conflictos amorosos y/o políticos me resultan iguales ¿o es que la cena de Nochevieja en la casa de los Janeyro no fue un alto el fuego más en el eterno conflicto árabe israelí? Total, que vive en un grito. El pueblo, encima, que siempre es pesadísimo y se echa a la calle por menos de nada porque en sus pisos de 20 metros cuadrados no hay quién pare, se le ha puesto de manillas. Que son propalestinos, dicen. Pero vamos a ver. Que Carla fue precursora de las palestinas. Que posó con una para Balenciaga que costaba un riñón en el mercado negro. Pues la gente no lo entiende porque no lee el Telva. Así de claro te lo digo. Y esa incultura nos afecta a todas. La reinvención del smoking que hizo Carme Chachón en la Pascua Militar es comparable a la de Marlene Dietrich en Morocco. Pues, la gente no lo ve. No lo ve. ¡Pero si hay de alguna que tararea “Quiero ser una emigrante, de tu boca delirante” que cuando Amaya Montero escribió este ripio debía estar tomando Manasul! Evidentemente, la que cante eso jamás será amiga mía. Ni Rachida Dati, tampoco. La ministra de Justicia a la que, Carla et moi, tenemos manía. Ha dado a luz y no ha dicho ni pío. Qué pereza de discreción. Y de trajes color hueso de línea arquitectónica. Y eso, a la gente le parece elegante. Pues es un rollo. ¿También le parecerá de buen gusto entonces que Iberia silencie la huelga de pilotos de Barajas? Menos mal que finalmente se ha aclarado la paternidad de Sacha. Hemos respirado tranquilas. Nunca a pleno pulmón, que se arrugan los belfos.

jueves, 8 de enero de 2009

Recordando el 2008


¿Tú te crees que he terminado el año igual que lo empecé, o sea, gorda? ¿Hay derecho? Como tú no eres un rica heredera como yo y sólo te puedes pemitir un mísero langostino al año... Tenía que haber sido esteticienne por cuenta ajena, como tú... Pero no, cuando Dios me dio la American Express Oro, también me dio un látigo, y ese látigo es únicamente para autoflagelarme... Esta misma frase se la solté a mummy en Nochevieja, para crear calor de hogar. Pues va la tía, da un sorbo a su manzanilla aguada y ¿qué te crees que me soltó minutos antes de apretarme una cajita de nada de polvorones con el chocolatito previo a las 12 uvas? Que nadie me obliga a comer y palabras textuales: “Que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”. ¿Eso es una madre? ¡Convivo con una oficial de las SS! Primero me llama “ser”, luego “animal” y por último, rata más que rata, me echa en cara que le tengo todos los tacones despellejados porque, si no ¿a qué viene lo de los tropiezos si yo voy siempre más tiesa que un ajo? Me sentó mal la cena. Las uvas, que la fructosa por la noche es muy traicionera. Y el disgusto, que me fui corriendo a llorar a mi cama que me parece súperdramático y de telefilme. Mum, detrás de la puerta que tengo adornada con un poster de Kirk Cameron, el de Los Problemas Crecen, me quiso tranquilizar. Que si me lo decía en sentido figurado, que si los propósitos de año nuevo nunca se cumplen, que si eso de “año nuevo vida nueva” es una mentira aunque en el caso de la Princesa Letizia, sí sería cierto si sustituimos “nariz” por “vida”, incluso “mentón”, fíjate... Y siguió con más ejemplos de sabiduría zen. Que si que mire a Raquel Mosquera que qué rachita lleva con suicidios a base de Mimosín; que si Madonna no le arriendan las ganancias con tanto marido y tanto hijo, que si el cubano le saca los chándales de nylon, Guy Ritchy, las chaquetas de tartán.. Hija, que me fui animando. Que me senté en la cama, me cogí la acetona y echamos la madrugada recordando 2008 mientras me ultimaba la manicura. Primero con lima y luego eché mano a los dientitos cuando me acordé del affair Ana García Obregón y las bandas de matones a sueldo. Sí nena. Acuérdate. Que si me caso con Darek, que si me separo, que si quiero que le rompan las piernas y de paso también a Jaime Cantizano. Qué nervios me entraron. Como cuando se casó Belenchy Esteban y dejó un euro a Pronovias para que le guardaran el vestido y, con ese euro en prenda, con la crisis, con lo que cuesta ganarlo, no se lo quisieron dar. Hizo historia Belén con aquel vestido de El Corte Inglés después de haberse puesto a Rosa Clarà por montera. Pero para historia, con mayúsculas, la separación de la Infanta Elena. Que estaba harta de que Don Jaime no la dejara llevar trenza con pasador repujado en color bronce. Harta. Y se fue a vivir sola a Fuente del Berro y la Reina lo llevó mal. Lo contó ella misma. Vamos por Dios. ¿Hubo algo de lo que no hablara la Reina? Estaba como Belinda, mudita y fue encontrarse con Pilar Urbano, se amedrentó con tanto cardado y ni callada ni debajo del agua. Y, así con mordaza, era como nos quería Thelma Ortiz. La pobre, si es que ir a malas peluquerías genera cosas sin sentido. Carla Bruni, como va a una clínica estupenda para que le cuiden el cabello, el colágeno líquido la proclamó reina de la República Francesa, eso y Sarzkozy, mientras que a la Duquesa de Alba, ese rizado, nunca le traerá ni matrimonio ni más comidas familiares ni un nuevo embarazo y eso que Alfonso a servidora siempre le ha parecido que tiene un tiento. Amy Winehouse siempre me lo ha dicho. Pero nunca le hice caso como de los 365 días del año, 365 se los pasa pedo...