jueves, 12 de marzo de 2009

Deconstructing Ana Conda

Cari, me he facebookeado. Sí. Mi famosa frase “Me exfolio, luego existo” ha sufrido la traslocación propia de los nuevos avatares tecnológicos. Como el “me afeito, luego existo” de Isabel Pantoja que ahora es “me microgolpeo con láser el bulbo piloso y me gasto una pasta sin dar cuenta a la Fiscalía Anticorrupción, luego Julián Muñoz tampoco existe”. Ay, lo que me gusta a mí el voyeurismo... Por si no tuviera yo ya poco con las fotos robadas (ejem) a Cayetano y a Eva González, venga a magrearse en los muros del Vaticano, ahora, voy y descubro este nuevo universo cibernauta. Y debo hacerte un inciso con respecto a las instantáneas de grano inexistente: ¡pero qué poco respeto tanto magreo en los muros del Vaticano! Hombre, por Dios, eso no se hace a las puertas de Misa. Como diría Carmina Ordóñez, que en paz descanse, “son unos desahogaos’”. Y, encima, con Eva González costipada. Sí, costipada, porque esta muchacha siempre tiene la nariz como con congestión... O sea, que resumiendo, que la pareja fue pillada (ejem) no sólo rompiendo todos los preceptos religiosos referentes a la pureza de nuestros cuerpos como templos de nuestras almas si no también todos los relativos a la OMS y la propación de plagas víricas. Fuerte... Para que luego me vengan a mí y me digan que lo de la poitrine abundante y precipitada de Don Jaime Marichalar, o sea, la tetilla gorda y caida bajo un polo rosa de microfibra y elastán talla Extra Slim que esconde el Duque de Lugo, responde a un lapsus style y no a un proceso de gripal. Vamos por Dios, que estoy calva de saber que es la miss la que está propagando allende los mares estos virus con esa nariz rollo reno Rudolf y provacando estos dislates... Hablando de calvos y de Duques, cómo es de estupendo Miguel Ángel Silvestre, ex miss Alicante y nuevo Actor Studio pupil, azafrán porque el azafrán no sólo da buen color a la paella si no que también matiza el rostro, y qué pelito tan raidito y oscurecido sin multifacetas el de Pilar López de Ayala en los Fotogramas. Al menos, también es verdad, lo llevaba saneado porque lo que es Ana de Armas, no se ha cortado las puntas desde que nació. Como Andrés Saramago, el hombre, mucho Nóbel pa’rriba y mucho Nóbel pa’bajo pero, no me digas tú a mí que alguien, incluso Gael que tiene carita de ser un santo varón con esa sonrisa tan perfecta, no le podría decir que la gafa ahumada no es para la noche o que la melenita redonda a esa edad no es la más favorecedora para un señor con el cabello fosco... Pero no, el señor de las letras portuguesas va a estreno de “A ciegas” y espera que nosotras vayamos de idem a la soireé. Y una cosa es que no todo el mundo pueda ser Jon Kortajarena con ese flequillazo con el que arroparía mis noches y que en los Premios Miradas 2 constaté que ya alcanza el medio metro, y otra muy distinta es que se nos exija silencio ante una evidencia de tan cruda, tan real y casi tan evidente como que Amaral debe dejar las planchas de una vez y la henna y ponerse pómulo. Si es que, cuando me salen las verdades, soy tan constructiva...

No hay comentarios: