miércoles, 4 de marzo de 2009

I grew up in a place called Almendra Central

Allo?! ¡¿Pe?! Oyes, ¿¡me pones con Pe?! Es Mó, hija, que con las extensiones, no se me entera. Es que le dan reverberación. Sí. Es que son de fibra ¡Pe! Cari, felicidades. Ay, qué ilusión. Cómo has estado, cómo has estado, cómo has estado. Los pelos como escarpias me los has puesto. Ojo, qué bonito lo de “I grew up in a place called Alcobendas”. Parecías talmente la Streep con aquello de “I had a farm in Africa”. Una frase para la posteridad. Por cierto, ¿qué tal Meryl? ¿Mejorcilla? Anda, hija, cómo me alegro. Es que me dijo que le había salido un herpes. Sí. Un herpes. Pues mira, que es que no te he podido llamar antes. Cibeles, que me ha tenido subyugada. Sub-yu-ga-da. De sub y de yugo. Muertita estoy. No, si ya sé. Si tú has tenido lo tuyo. Y lo de tu hermana. La Coixet, que te pisa el vestido y te deja el can-can hecho una braga. Cuidao’ un Balmain de 60 años, limpio como una patena durante 60 años, que ya es, y que, al final, venga la Coixet con sus gafas de pasta y su traje de dependienta de Zara y su zapato de punta redonda y su tacón cuadrado y se lo cargue. Ya. Ya sé que tiene mucha gracia la muchacha, pero no sé cómo tu madre no le dio una colleja con un espetec. Dearest, escúchame un poquito. Escucha. ¿¡Niña?! No hagas caso de las que te digan que tu traje era como un merengue rollo atrezzo de “La bella y la bestia”. Ni de las que te digan que te hacía doble teta y el brazo gordo. Tú, nena, te puedes poner lo que te salga del postizo color chocolate. Eres lo más. ¿Me has oido, reina? Tu hermana es otro cantar, con esa cabeza, pero tú, tú como si te operas como Madonna y, de repente, pareces la prima, la de Pinto, de Joan Collins. ¿Que la viste en la fiesta de Moët? Mira, mira, mira. No me hables de fiestas, que llevo borracha desde el viernes. Como Sue Ellen. A veces pienso que como me caiga una cerilla en el canesú, me flambeo por ósmosis. El kissing room de Grey Goose tiene la culpa. Sí. Pero, ¿cómo me lo iba a perder yo si por sus espejos pasó medio Madrid? Porque el otro medio está subido a los andamios. Gente obrera, a ver. La crisis. ¿La pasarela? Una locura. En el front row de Hanibal Laguna sólo faltaba Nana Mouskouri para que aquello no fuera el acabose. Y, por si fuera poco, vino David Delfin con su fiestorro por su éxito neoyorkino. Cómo será la cosa del high level que a Bimba se le han puesto las cejas albinas. De la impresión. No, lo de Pepón es su peso de siempre... Y, después, el calendario Larios. ¿Quién estuvo? Esther Cañadas, hippy y enajenada, Bebe que aún sigue viva y con una pinza de plástica, Jaime Cantizano de color azafrán... Cari, ¿a qué venía el tono mostaza de tus párpados? Ah, que era tu nexo con la tierra a través de los tonos terrosos, como eres divina… Pues maneja ese misticismo tonto, a ver si te va a salir un amiguita de Alcobendas como las de Ingrid Betancourt en su cautiverio que salga por ahí y diga que, pese a su carita de chupar limones, escondía tras la trenza una metralleta y varias granadas de mano. Por cierto, la bomba el desfile de Ion Fiz. Y su fiesta en el Matadero. Es que el mundo vasco está a la última. Creo que han puesto un Aquarium bonito, bonito, bonito en Sanse. El de Euskadi, no el de Los Reyes. Yo no lo he visto, como no salgo de la almendra central pero... ¿Oye? Ahora que caigo. ¿Qué coño hacía Yvonne Reyes en Los Oscar? Ah, sirviendo canapés. Me lo estaba figurando...

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