jueves, 12 de marzo de 2009

Treinta años saliendo El Sol

Perdida, desvalida, inane... Si es que a mí, me sacas de una recepción en el Ritz o en la Embajada de Italia o Francia, de mi Moet Chandon, de mi Ruinart y de mi beluguita en blinis y nata agria y no soy nada... No lo soy. Tengo que desengañarme. Soy hija del baile de salón, no del rock y eso, a la larga, se nota. Se me nota. Mi lenguaje no verbal y mi expresión corporal me delatan. Como ajena, como foránea, como traslocada... Menos mal que siempre he sido muy arribista y manejo las relaciones sociales que se caga la perra, así que me cogí del bracero de mi íntima Silvie Grijalba y me abrió puertas, conocimientos y universos... Porque Silvie, es mucha Silvie. Lo más. Es que resulta que anoche la Sala El Sol celebraba su treinta cumpleaños. Sí. Yo. En la Sala el Sol, de amarillo canario y sin una chupa de cuero. ¿Qué pasa? ¿A que os meto a alguna, con la mano vuelta? Y Juan Perro, véase Santiago Auserón, daba un concierto con sus últimos temas a sus amigos. Yo, amiga de Juan Perro. ¡Hala! quedaros muertas porque, ojo lo mono que es Santiago... Ya puede ser como Luke Perry en Sensación de Vivir 90210, o sea, maduro para su papel que, con esa carita de teenager y esa gorrita gris pizarra, te suscita un instinto maternal que te pone el pecho firme. ¿Las canciones? Pues darlings, no sé, no soy crítica musical. Para eso estaba Jesús Ordovás. Preguntádle a él. Yo estuve con mi Silvie y mi Javier Colis, su chico, ya sabéis, que acaba de sacar un disco fabuloso titulado “Otra nube”. En él, hace una versión de un tema de Leonard Cohen porque precisamente, gracias a Leonard, Santiago y él se conocieron Perla Batalla mediante, a sazón, corista del canadidense, y con la que ahora Colis ha grabado la susodicha canción. Si te digo yo que, al final, tengo capacidad de adaptación... Pero, en éstas que la Grijalba me comenta, ante una fresa con caramelo, que es alérgica al ácido de las frutas y volvimos a nosotras. Siempre a nosotras. Que comía polos de limón y se ponía malísima ante su ignorancia alérgica. Que ya podría haber sido alérgica a los gatos que, como no entran en nuestra dieta, habríamos estados en albis all the time pero, no. A la fresa, al limón y la naranja. Un horror para su mundo vitamínico... Y hablando de vitaminas, que no hay forma de nutrirse el cabello con la crisis acechándonos. Que si Lorena Morlote ya solo nos corta el flequillo una vez cada dos meses porque el tinte ya nos lo damos en casa; que si las planchas no están dejando calvas como Kojack; que si somos unas journal working girls con mucho mundo exterior e interior y por eso somos unas incomprendidas; que si hoy ceno con Carmen Lomana, diosa entre las diosas, de la que ella también es devota.. O sea, nuestras cosas que, a lo mejor, no os interesan, claro. Lástima que se me olvidara contarle y ahora aprovecho para relataros: ni se os ocurra hacer un calling a Luis Medina. Ha perdido sus dos móviles, uno en Gabbana y otro, en un coche con unas amigas porque se habia tomado unos chatos de vino y tenía la cabeza en otra cosa. Me encanta. Es Natividad total... ¿Oyes? Pues va a resultar que los conciertos pop-rocks van a ser un foco de información de primer orden además de una juerga...

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