viernes, 26 de septiembre de 2008

El cardado y la crisis


Nena, lavar, marcar y cardar. Pero, cárdame eh? Que vea yo esa muñeca darle al rulo gordo con poderío y sin miedo con la laca, que el otro día estuve en la fiesta sorpresa del 40º aniversario de Marc Anthony, cari, y, aparte de un horror, qué sudor en el ambiente y qué peligro permanente. Sólo le aguantó el recogido a Jenny y, no me extraña, porque era como un nido de cigüeña. Con pollos y todo. Que se me vino abajo el cardado, como a Terelu en MQB. Y lo que me faltaba a mí con estos tiempos que corren, que no me aguante la coiffeur, que el jueves me topé con Eloisa Bercero en el Gino’s de López de Hoyos compartiendo un platito de spaghetti a la boloñesa… Ahí, me dije: “Ana, la crisis nos acecha”. Salí corriendo a la inauguración de Kihel’s en el Corte para proveerme de muestras gratis y para que Mario Vaquerizo me contara todo sobre su dieta y su ¡viva la proteína! Cuando servidora siempre ha gritado ¡viva la feromona! Por cierto, estuve yo debatiendo reencarnaciones en la fiesta de los 10 años del perfume masculino de Hugo Boss, ideal desde el segundo número one. ¿Pestaña de Eloisa o pómulo de Carmen Lomana? Dificilísima elección, dime tú. Porque, un pómulo es un pómulo pero, imagínate que se te acolgaja a él un hombrecito como el nuevo novio de Silvia Tortosa…Yo prefiero tenerlo hundido. Incluso, fruncido como Álvaro Muñoz Escassi el ceño. Me lo encontré en el party y llegué a la conclusión de que, o frunce porque es guapo o que, como es guapo, lo frunce. Total, que no pierde el gesto ni cuando te lo presentan y te besuquea la manito. Como te lo cuento. Nada que ver, por ejemplo, Ernesto Alterio, vestido de soldado 2 millones de ejército Mao, mirando de revés. -Cuidado con el agua, reina que me estás abrasando la meninge- Y hablando de abrasar, Rosauro, que lo acompañaba, llevaba la melena abrasadita. La mecha, que es muy mala. Y la falta de ella y de cabello en general, qué te voy a contar... Mira a Anasagasti, cómo tiene a la familia real: frita. A falta de melena que tintar cual Ana García Siñeriz, que eso es melena y que se quite to’ lo demás, se dedica a poner verde a Doña Letizia quien, sálvese decir que viste de Hugo Boss, aussi, y está total en su 36. A mí, me mola y, en Europa marca tendencia quirúrgica inclusive. La novia de Alberto de Mónaco se ha quitado cuarto y mitad de kilo de nariz. Ahora le queda quitarse omóplato y tobillo. Ella lo tiene gordo de natural y no como Sarkozy, que es alza. Él, le President de la France, al menos me ha invitado a un concierto en marzo en Los Inválidos y te lo cuento sin acritud y sin esperar que se lo chives a Esperanza Aguirre cuando venga a hacerse su netoyant. No le guardo rencor. ¿Qué omitió mi invitación a la inauguración del Teatro Canal? Bueno, yo estuve en Hight School Musical y ví a Fran Rivera y no me sigas tirando de la lengua que hablo única y exclusivamente movida por la envidia, pero, si hay que elegir entre la Grandeur de la France y el Teatro de Canal en Bravo Murillo, no quiero zaherir más de lo que está una. Qué espíritu tan trabajado tiene este bellezón, te estarás preguntando e, incluso, comentarás para tus adentros: Parece Sonsoles Zapatero vestida de monja. Pues sí, pero alísame este flequillo o te despellejo con tu tijerita sin punta.

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